Anoche, Los fundamentalistas del aire acondicionado hicieron vibrar el Velódromo Municipal con casi tres horas de show, más de una treintena de temas y una puesta en escena soberbia.
La música tiene el poder de unir a las personas en un ritual colectivo, como quedó demostrado en un recital de Los Fundamentalistas anoche.
La apertura del show con “Ella debe estar tan linda” hizo estallar al público y marcó el comienzo de un show con la energía a tope. Canciones como “Botija Rapado” y “Superlógico” fueron coreadas a viva voz, mientras que “Había una vez” emocionó a muchos con su relato sobre el desamor.
![Los fundamentalistas del aire acondicionado](https://sohomusica.com/wp-content/uploads/2022/09/los-fundamentalistas-1024x721.jpg)
Yo ya no puedo cumplir hazañas que prometí, solo seguir cantando
Este recital demostró una vez más que la música es un ritual que une a las personas y las hace sentir parte de algo más grande que ellas mismas. Por un momento baja la luz, se hace un silencio abismal y Solari reaparece en la pantalla gigante cantando “Panasonic y el mundo a sus pies”. No son los redondos, es cierto. Y ya no puede cumplir esas hazañas que prometió. Pero si seguirá cantando en la voz de todos y cada uno de los que se hicieron presentes anoche para homenajearlo.
La presencia virtual del Indio no solo emocionó, sino que agitó aún más a las masas frenéticas. Los vientos de Colombo y Tallarita y la sección rítmica fueron la clave para que todo el Velódromo bailara de amor.
La sección de vientos y las guitarras de Benegas y Comotto demostraron una vez más su virtuosismo y su capacidad para llevar al público al delirio.
![Los fundamentalistas del aire acondicionado](https://sohomusica.com/wp-content/uploads/2022/09/los-fundamentalistas-velodromo-1024x721.jpg)
El setlist incluyó algunos clásicos inmortales como “Todo un palo”, “El tesoro de los inocentes” y “Juguetes perdidos”, así como algunas joyas menos conocidas como “Pura suerte”, una rareza del demo de 1982 de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
El pogo y los cánticos no faltaron en ningún momento, y la energía del público se mantuvo en alto hasta el final del show.
La reaparición de Solari en la pantalla para interpretar “Flight 956” y “Mariposa Pontiac” fue otro de los momentos más emotivos de la noche.
La pasión, la energía y el virtuosismo de los músicos fueron una muestra del legado que está dejando el Indio y demuestran que pese a todo, siempre seguirá cantando.
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