El Icónica Sevilla Fest recibió en el día de ayer a la cantante Mónica Naranjo. Además de la música en vivo que caracteriza este festival, el espacio cuenta con una zona de comida y bebida, donde se puede aprovechar al máximo la experiencia previa al show.
Mónica viene realizando una serie de conciertos a piano y voz, en los cuales interpreta canciones de su disco Minage, que está en su 20 aniversario. Además, ha agregado un par de canciones que en su momento no pudo publicar. Ahora, con su independencia discográfica se ha dado el lujo de completar. Para ella es “el verdadero Minage”, el que ella hubiera decidido lanzar en su momento, y que por restricciones de la industria, no pudo.
Hoy, 20 años después, está celebrando uno de los discos más icónicos de su carrera en su estado más puro.
Un show esperado
Ubicada en el Parque de María Luisa, la Plaza España de Sevilla es un monumento emblemático que cautiva con su belleza y su majestuosidad. Algo así como la cantante que se presentó anoche. A lo largo de 30 años, Mónica ha sido emblema LGBT, de libertad, y por supuesto de calidad vocal y excelencia escénica.
Desde tempranas horas el paseo de comidas comenzó a generar movimiento. Al fondo, la plaza iluminada de un magenta pálido, aguardaba la actuación esperada: la de Mónica . Las bebidas fueron el elixir necesario para calentar los cuerpos de la fría noche de miércoles, mientras se disfrutaba de la música de los artistas que sirvieron de preámbulo a la actuación final.
Sobre las 21 horas, salió al escenario principal, Mónica Naranjo. Vestida de un traje blanco con hombreras doradas y una coleta baja con largas extensiones, la pantera de Figueres abrió con “llévate ahora” y desató los aplausos del público. Los primeros temas transcurrieron con algunos altibajos vocales, como si estuviera forzando sus cuerdas. A lo lejos, su voz se desvanecía rápidamente cada vez que se alejaba del micrófono. A medida que transcurrieron los temas, fue adquiriendo cuerpo.
El show transcurrió ordenado, perfectamente guionado tal y como transcurrieron los anteriores. Tres cortes en los que se reprodujeron videos de sus fans hablando de lo que el disco Minage significaba para ellos. Momento que le daba a la cantante tiempo para realizar el cambio de ropa pertinente.
Entre tema y tema, soltó algún gesto cómplice hacia el público. Coqueteó con los de la primera fila, se acercó al borde del escenario, bromeando con la imposibilidad de cantarles más cerca. Y se despidió al 100% de su capacidad vocal con un brutal “Sobreviviré” que enardeció a la audiencia.