Fito Páez se presentó en el día de ayer en el estadio multipropósito Antel Arena de la ciudad de Montevideo. La ocasión fue especial, era uno de los primeros conciertos con público masivo que se realizaba después de tanto tiempo en Uruguay y uno de los primeros en toda Sudamérica.
Como artista estrella invitado estuvo Rubén ‘el negro’ Rada, quien interpretó junto al cantante Rosarino ’11 y 6′ y un tema del propio Rada: ‘Ayer te vi’.
El espectáculo recorrió la extensa trayectoria de Páez tocando sus grandes éxitos, siendo ovacionado en más de una oportunidad, por el público asistente.
La gira llamada Un hombre con piano lo presenta a él solo junto a su piano repasando clásicos, así como también temas de su último trabajo discográfico ‘La conquista del espacio’.
El show se realizó bajo extremas medidas protocolares. Medidas que el público cumplió casi todo el tiempo de forma perfecta.
Al recinto solo se podía acceder presentando la constancia de doble vacunación, por lo que afuera del estadio un grupo de manifestantes antivacunas se hacían sentir. El propio Fito Páez diría durante el show que, ‘no se puede discutir con esta gente‘. Y animaba a los asistentes a respetar los protocolos y vacunarse: ‘Hay que vacunarse, man‘.
El concierto transcurría sin problemas, hasta que en un momento alguien del público se levantó de su asiento, cosa que estaba prohibida por protocolo. Una guardia de seguridad se acercó a la persona para indicarle que debía sentarse. Pero no haciéndole caso, se generó una pequeña discusión. Cabe aclarar que esto se dio casi al final del recital.
Fito, que mientras tocaba no dejaba de prestar atención al altercado, se detuvo y se manfiestó al respecto:
“Durante toda la canción estoy viendo como ustedes están patrullando todo. ¡Deja que se paren!”
Lógicamente que esto provocó que la gente comenzara a pararse más aún, por lo que la guardia decidió no volver a intervenir.
Minutos más tarde, mientras se terminaba la canción ‘Mariposa tecknicolor’ Páez gritó:
“Se acabó la dictadura, deja que la gente se pare, man”
Claramente, esa arenga incitaba a violar los protocolos establecidos.
La crítica de twitter fue feroz y despiadada. La notica sobre lo sucedido en el show corrió como reguero de pólvora. Y los moralistas se tomaban la cabeza indignados. Y al grito de “Fuera de nuestro país!” intentaron hacer una cruzada emancipadora de artistas foráneos.
Por supuesto que esto no fue más lejos que Twitter, y nada pasó. No deportaron a nadie y no hubo más contagios. Solo fue un recital hermoso y polémico.