La Trastienda de Montevideo se convirtió en un hervidero de emociones. Afuera, la fila para ingresar se extendía como un río de entusiasmo, congregando a una diversidad de asistentes: familias, amigos, parejas, todos unidos por la anticipación de presenciar el show de Coti y los brillantes.
La noche se inició bajo las estrellas de las 21 hs, con la presencia serena de Lelé. Pareja y habitual colaboradora de Coti, se enfrentó sola al escenario. Se la percibía visiblemente nerviosa, pero poco a poco se fue soltando. La cantante regaló al público una versión íntima de temas habitualmente interpretados en dueto. Su actuación, aunque sin la presencia física de Coti en el escenario, fue un preludio perfecto para lo que se avecinaba.
La transición al acto principal fue fluida. “Los Brillantes” tomaron sus posiciones, mientras los elementos esenciales de cualquier concierto de Coti – la lista de canciones y una copa de vino – se situaban estratégicamente cerca del micrófono. Entonces, con un estruendo de aplausos y vítores, Coti hizo su entrada triunfal, marcando el comienzo de su show.
El repertorio de Coti fue un viaje melódico que entrelazó sus éxitos más recientes con interpretaciones magistrales de clásicos del pop latinoamericano, rindiendo homenaje a luminarias como Julieta Venegas, Abel Pintos y Diego Torres. Pero fueron sus propios clásicos los que realmente encendieron la chispa en el público, instigándolos a saltar, cantar y ser parte integral del espectáculo.
La atmósfera alternó entre la euforia colectiva y momentos más íntimos y emocionales. Uno de los puntos cumbres fue la presentación de un tema nuevo, “Tu Equipaje”, interpretado junto a Luana Sujatovich. La combinación de sus voces, con el órgano como telón de fondo fue un momento de pura emoción, llevando incluso a Coti a las lágrimas.
A medida que el espectáculo se acercaba a su fin, la energía del público no decayó, sino todo lo contrario. El clamor por “una más” fue recompensado con tres temas adicionales, incluyendo una interpretación de “Color Esperanza”. El cierre, con “Antes que ver el sol”, fue simplemente apoteósico.
La despedida estuvo colmada de aplausos interminables y cánticos de “Coti, Coti” que hacían eco en La Trastienda. Los shows de Coti y los Brillantes tienen una constante: la capacidad para terminar con la energía bien arriba, a la búsqueda del after. Y la inevitable consecuencia de levantarse con la resaca emocional en loop.