Mucho se ha hablado desde que la organización del festival dio a conocer la grilla que compondría esta nueva edición del Cosquín Rock.
Hay quienes celebraron la apertura del festival a nuevos géneros musicales, y otros un poco más reacios y con varios Cosquín Rock encima, mostraron su descontento por un fin de semana que no sería exclusivo para las bandas de rock propiamente dichas.
Lo cierto es que 45 mil personas pasaron ayer por el Aeródromo de Santa María de Punilla, transformando el predio en una fiesta para todos los gustos.
Luego de dos años de vivir la música y la vida a través de una pantalla, los eventos presenciales masivos volvieron a ponerse en marcha, y las Sierras de Córdoba abrigaron el reencuentro de los artistas con su público.
Sobre las 14hs comenzaron las primeras bandas en los escenarios Norte y Sur. La concurrencia fue escasa. La gran mayoría se encontraba aún de camino al aeródromo, en una atasco por la 38 de casi dos horas. El canje de entradas a último momento también hizo que otro gran número de personas demorasen varias horas en ingresar al predio. Colas que se extendían por varias cuadras, y desde donde ya se podían escuchar las primeras bandas que abrieron el festival.
El ingreso fue rápido, luego de la primera valla donde se recordaba la correcta colocación del cubrebocas; en la segunda, el chequeo del pasaporte sanitario se realizó de manera ágil.
Puestos interactivos, tarimas donde te podías tomar fotos o videos 360, siete puestos de salud, cuatro puntos sanitarios, cuatro puestos de agua potable, una amplia variedad de food trucks que también contaban con comida vegana y muchas actividades para disfrutar de una tarde entre las sierras.
Sobre las 17 horas, la gente comenzó a concentrarse en los escenarios dispuestos a lo largo y ancho del predio.
Eruca Sativa brindó un show contundente en el escenario Norte. Comenzaron pisando fuerte con ‘Día Mil’, y terminaron con una demoledora ‘Nada Salvaje’.
Del lado opuesto, en el escenario Sur, sonaba ‘Lamento boliviano’ de Turf, mientras que La Casita del Blues tenía su momento de mayor asistencia de público con Celeste Carballo.
El festival entre las sierras y la naturaleza
Ya con el sol iniciando su descenso y el calor que se intensificó con los cuerpos cada vez más cerca unos de otros, muchos iban estableciendo puntos de encuentro ante la escasa señal que retrasaba el envío de whatsapps.
“No saben cómo se ve todo desde acá, con las sierras” – había dicho unas horas antes Justo Fernández, que tuvo su debut en el Cosquín con Silvestre y la Naranja en el escenario Sur.
El cielo comenzaba a pintarse de naranja y rosa, y el espectáculo visual que ofrecía el paisaje más allá de las puertas del aeródromo, era para enmarcar.
La luna asomaba grande y amarilla frente al escenario Boomerang y la gente se agrupaba más y más.
“Qué hermoso el lugar en el que estamos. Hermosa tarde” – dice Santiago Motorizado, que salió algo cabizbajo. Quizá porque venía de tocar en Niceto Club o quizá por el intenso calor que brotaba desde la tierra.
El repertorio fue cortito. Se despachó con ‘El magnetismo’, ‘Chica de oro’, ‘El mundo extraño’, ‘Más o menos bien’ y fue subiendo la energía, para terminar bien arriba con ‘Mi próximo movimiento’.
Luego le tocó el turno a Wos, que puso a saltar el escenario Norte.
“Que lindo que se den estos encuentros, qué necesarios que son” – dijo al comienzo y siguió con una lista de 14 canciones, entre las que se destacaron ‘Melón vino’, ‘Luz delito’, ‘Alma dinamita’ y ‘Púrpura’.
Wos todavía seguía brindando su show cuando por el escenario Sur salió Zoe Gotusso. La cordobesa se mostró segura, recorrió el escenario de punta a punta con su caminar pausado, lo dominó a sus anchas.
“Es la primera vez que estoy en el Cosquín, es la primera vez que toco con una banda”– dijo sonriente, aunque parecía tener varios Cosquín encima.
Musculosa naranja y un jean con una enorme mariposa en la pelvis. Su gran sonrisa le iluminó el rostro durante el setlist de 8 canciones que compusieron su presentación.
Zoe se arrima al borde del escenario e intenta cantar lo más cerquita posible de los que estan en la primera fila, levanta los brazos como queriendo tocar el cielo, tira un beso y cierra con ‘Monoamiente’.
Mientras tanto, en el escenario Norte, Skay y los Fakires anunciaban que tocarían por primera vez en vivo ‘Palomas y escaleras’, tema lanzado el año pasado en plena pandemia.
El calorcito que iba poco a poco descendiendo hizo lo suyo y en los puestos de bebidas se conformaron enormes colas a la búsqueda de una cerveza bien fría.
Cuando le tocó el turno a Julieta Venegas, el escenario Sur estaba colmado. La mexicana oriunda de Tijuana salió con su inseparable acordeón y la ovación fue arrolladora.
Tocó los infaltables ‘Eres para mí’, ‘Limón y sal’, ‘Lento’ y ‘Me voy’.
Una bandera mexicana ondulaba en medio de la multitud. La cantante interpreta ‘Cecilia’, tema compuesto para la serie de Paramount plus que lleva el mismo nombre.
“Que lindo todo esto, estar aquí con este paisaje hermoso. Y el acento que es hermoso”– dijo para despedirse. Lo mismo decimos del tuyo, Julieta.
De Cruces generacionales y de géneros
El sol ya había desaparecido en el horizonte cuando en el escenario Sur La Delio Valdéz levantaba polvo en el aeródromo. El fresquito comenzaba a notarse y agarró desprevenidos a más de uno que no llevaba abrigo. Pero para ya entrada la noche, poco importó.
En el escenario Norte, Ciro y los Persas brindaban un espectáculo cargado de temas de Los Piojos. Sonaron ‘Arco’, ‘Taxi boy’ , ‘Tan solo’, ‘Como Alí’, ‘Pacíficos’, ‘El farolito’ y una de las sorpresas de la noche, el cruce generacional con Wos, que subió al escenario a interpretar ‘Pistolas’, donde el joven trapero también se permitió improvisar.
Siguió con ¡Me matan limón!, el cover de Los Redondos, para dar paso al momento más emotivo del show: sonaba ‘Maradó’ y en las pantallas se proyectaban imágenes de Diego Maradona.
Ciro, de espaldas al público observaba las imágenes que se sucedían unas a otras.
Mientras tanto, en el escenario Sur, salía al escenario Cami. Con un jumpsuit de cuerina negro al cuerpo y una vincha que impedía que su gran cabellera ondulada le cubriera la cara, la chilena se plantó firme en mitad del escenario. Con un pañuelo verde anudado al micrófono comenzó a todo pulmón con temas como ‘La entrevista’, ‘Aquí estoy’, ‘Monstruo’ y ‘Pena negra’.
También hubo canciones que adelantan un nuevo disco: ‘Poca fe’, ‘Mía’, ‘Perreo pa las nenas’ y ‘Luna’.
Venía de cancelar un show en la Quinta Vergara, pero anoche se desquitó a lo grande. Con su potente voz y su presencia firme se impuso ante las miles de luces que iluminaron el predio, cuando el público encendió las linternas de sus celulares.
“Yo venía a dar un espectáculo. Pero el espectáculo lo están dando ustedes” – concluyó.
A esa altura el Aeródromo estaba repleto, y más cruces y sorpresas se avecinaban.
Ciro y los Persas seguían tocando en el escenario Norte, cuando Trueno salió en un derroche de energía y trap. Llevaba una máscara negra calada de hilo que se quitó poco después de entrar en escena.
Se escucharon temas como ‘2.0.1.9’, ‘Cucumelo’, ‘G.P.S.’ y ‘Solo por vos’.
EL primer invitado del show fue Tiago PZK, que se subió para interpretar ‘Salimo’ de noche’, mientras Peligro, uruguayo y padre de Trueno, acompañaba entre los gritos de la gente.
Sobre el final de la canción ‘Mami chula’, Nicki Nicole, hizo una fugaz aparición. La Rosarina apareció por detrás del escenario, saludó a la gente y se fundió en un abrazo con Trueno para luego cerrar con un beso e irse con la misma rapidez con la que apareció.
“Muchas gracias por el amor Cosquín, un aplauso para el mejor, Trueno. Que está dando un show increíble. Mira toda esta gente que te ama” – dijo antes de salir.
La presentación siguió con ‘Dance Crip’, ‘Atrevido’ y ‘Sangría’, donde se subió a cantar Wos ya sobre el final. Como era de esperarse, el show terminó con todos saltando.
Ya pasadas las dos de la fría madrugada del día de hoy, cerraron Los Auténticos Decadentes en el escenario Norte, con clásicos como ‘Somos’, ‘Los piratas’, ‘Corazón’, y ‘pendeviejo’.
El invitado especial, Ricardo Enrique Bochini se subía al escenario para finalizar con unas palabras al público:
“Que tengan una linda noche. Los Decadentes son los mejores del mundo”.
Con Rock, Folklore, Cumbia, Música Urbana Popular y cielo despejado, volvió el Cosquín Rock y fue una fiesta en todos los sentidos. ¡Aguante todo!