Tiago PZK se enfrenta a su propio reflejo y decide que ya no hay vuelta atrás. Con “Señorita”, el argentino deja atrás cualquier intento de encajar en una sola versión de sí mismo y le da vía libre a su alter ego, GOTTI, para que tome el control. Y si la dualidad es el motor de esta nueva etapa, el single es su manifiesto: un pop sombrío, elegante y adictivo que marca un quiebre en su carrera.
Los primeros segundos de “Señorita” te sumergen en un ambiente hipnótico. Un beat minimalista, pero con pegada, crea el espacio perfecto para que Tiago despliegue una interpretación contenida, casi como un susurro antes de la tormenta. La producción—comandada por los suecos Pontus Persson y John Alexis, con la participación clave de Tatool—es quirúrgica: cada elemento está en su lugar, sin excesos, pero con la carga emocional necesaria para que la tensión suba y baje en el momento preciso.
“Es un antes y un después en mi carrera”, confesó Tiago en una entrevista reciente. “Ahora empieza la guerra entre Tiago y GOTTI”. Y eso se siente. Hay un fuego interno que lo empuja a romper con su propio molde, a explorar sonidos más oscuros y atmósferas que combinan la sensualidad con una especie de peligro latente.
El videoclip, dirigido por Martin Seipel, refuerza esa idea con una estética gótica y cinematográfica. Rodado en un majestuoso chateau en Miami, juega con luces y sombras para encapsular la esencia del tema: sofisticación con un toque de misterio. Tiago no solo actúa en el clip, sino que habita el personaje, como si GOTTI realmente hubiera tomado las riendas de su narrativa.
“Señorita” es también la señal de partida para el GOTTI A TOUR, una gira mundial que lo llevará a recorrer 13 países y más de 40 escenarios en ciudades como Madrid, Barcelona, Londres, Lisboa, Los Ángeles, Washington y Buenos Aires. La fecha en el Movistar Arena ya está agotada, y la demanda lo ha llevado a abrir una segunda función.
