Los padres de Gustavo Cerati tenían una caja llena de discos. A la caja le habían escrito en marcador “Clásicos ligeros de todos los tiempos”. La colección iba desde temas de Sinatra, Tom Jones, a Ennio Morricone o Wolfgang Amadeus Mozart.
Contaba Cerati que las palabras “clásicos ligeros” le habían quedado enraizadas en algún lugar de su memoria, cómo nos pasa de niños cuando nos cuentan alguna historia.
Y esas historias, que a veces no tienen ningún sentido lógico, vuelven una y otra vez a nuestro consciente.
“A mí me quedaron sonando esas palabras desde niño”
“Todo me llevaba siempre a cuando yo era niño”
Un día, durante un ensayo bastante extenso, cuando todos estaban más pensando en irse que en seguir; a Cerati le vino el recuerdo de la caja de vinilos de sus padres. Y, escribiendo sobre música pop, pensó en esas palabras: “música ligera” como una analogía, como esa metáfora que buscaba y no encontraba para definir al pop.
Se fue con esa idea a la casa y la mantuvo dando vueltas en su cabeza, insistentemente.
Un pensamiento recurrente. Música ligera, música pop. La idea era componer un tema que fuera un éxito. “Ella durmió al calor de las masas, y yo desperté queriendo soñarla”. Esa estrofa hace alusión a la necesidad que tenía el grupo de crear un éxito de masas. Y vaya si lo consiguieron.
Así fue que llegó al otro día a la sala, en Ciudad de Morelia, donde se encontraban en ese momento, y todo empezó a surgir como un río pequeño y suave que fluye hacia el mar.
Sin pensarlo ese mar sería la increíble repercusión que tendría con el paso del tiempo la canción. La letra ya se vislumbraba, Cerati inició el riff y la magia se hizo. La sala se iluminó de musas que deambulaban como fantasmas de creatividad entre los músicos.
Había nacido un himno de la música latinoamericana.
“De música ligera”: el hit
‘De música ligera’ fue grabada, editada y lanzada en 1990. Pertenece al álbum ‘Canción Animal’, quinto disco del trío argentino.
La canción consta tan solo de cuatro acordes; Sim, SolM, ReM y LaM. Cuatro acordes estructurados de tal forma que el acento cae en el cambio Sol-Re generando una especie de asincronía con la melodía de la voz. Esto convierte al tema en un sonido atractivo, y dada su escasa complejidad compositiva, hace que de vueltas por la cabeza una y otra vez.
Una canción que Gustavo ha dicho que fue de las más sencillas de componer. Como si tal vez la composición haya sido un momento de inspiración divina. Una energía que llegó y fluyó a través de la letra y los instrumentos.
Será recordada en la historia del rock por haber sido el tema con el cual Soda cerró su más sublime show y la frase que vino después… “GRACIAS TOTALES!!!”