Cuando Trueno se mete en el estudio, hay garantía de que algo serio está por salir. Y si Feid se suma a la ecuación, el resultado es inevitable: una bomba lista para explotar en las playlists. CRUZ, la nueva colaboración entre el rapero argentino y el ícono del reguetón colombiano, es un encuentro de estilos que, lejos de pelearse por el protagonismo, se fusionan en una catarsis de desamor, traición y resignación.
Desde el primer segundo, CRUZ deja claro que no se trata de una simple historia de corazones rotos. El beat—afilado, con un bajo que pesa como un golpe en el estómago—construye una atmósfera oscura que le da el espacio perfecto a Trueno para escupir su rabia con el filo de su lírica. Feid, por su parte, responde envolviendo cada verso con una tristeza latente que contrasta con la agresividad del argentino.
La producción, grabada en Madrid y con un sonido que evoca el hip hop de la vieja escuela pero con un pie en el reguetón moderno, se siente pensada al milímetro. Hay un respeto mutuo en cómo ambos artistas juegan con sus tiempos: Trueno dispara barras como si fueran advertencias, mientras Feid convierte los estribillos en una especie de confesión resignada.
El videoclip, dirigido por Zak Tassler y filmado en Miami, refuerza el golpe emocional de la canción. Es una historia que se cuenta en sombras, miradas y escenarios que gritan traición. Es el tipo de pieza visual que no necesita una gran producción para dejar su marca—los detalles lo dicen todo.
Trueno viene de un 2024 imparable y CRUZ es su primer gran movimiento en 2025. Para Feid, en plena consolidación como uno de los nombres más fuertes de la música latina, esta colaboración lo deja muy bien parado. Si alguien pensó que este dúo no tenía sentido, CRUZ les demuestra lo contrario.
