El nuevo sencillo de Shakira, titulado “Acróstico”, ha irrumpido en la escena musical en el día de ayer, y ya ha dado mucho que hablar. La colombiana sorprende al involucrar a sus dos hijos, Sasha y Milan, en esta creación que trae consigo un significado profundo y conmovedor.
Seguramente la palabra acróstico te resulta familiar. Un acróstico es una forma poética en la que las letras iniciales, medias o finales de cada verso, cuando se leen de forma vertical, forman una palabra, frase o mensaje oculto. Es una técnica literaria que ha sido empleada a lo largo de la historia para añadir una dimensión adicional al arte de la escritura.
En el caso de “Acróstico”, Shakira utiliza esta técnica para dejar en claro cual es el motor que la impulsa: Milan y Sasha. La canción, en su esencia, es una carta abierta de Shakira a sus dos hijos.
En “Acróstico”, Shakira reflexiona sobre la separación y la nueva vida que han comenzado en Miami. La cantante ha decidido involucrar a sus hijos en el proceso creativo de esta canción. A través de sus redes sociales, contó como Milan ha escrito canciones que han conmovido su corazón. También ha expresado cómo Sasha “ha dedicado horas al piano, explorando su propia voz”.
Ambos han estado presentes en el estudio durante la creación de la canción y han pedido formar parte de ella.
El video, que transcurre en una habitación llena de cajas, en plena mudanza, nos brinda una mirada íntima a la relación entre madre e hijos. Los tres, sentados al piano interpretan una escena íntima y cargada de emotividad. En “Acróstico”, Shakira nos invita a reflexionar sobre el amor, la resiliencia y la importancia de mantenernos cerca de aquellos que amamos en los momentos más difíciles.
A través de su música, Shakira transmite un mensaje de amor incondicional, resiliencia y apoyo familiar. “Acróstico” nos recuerda la fuerza del amor y la música como herramientas para sanar y conectarnos con lo más profundo de nuestro ser.
