Seven Kayne cierra su trilogía con “Secretos Escondidos”: la catarsis del cuarto propio

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El artista argentino publica el último capítulo de una saga que empezó en clave trap y termina rozando el existencialismo digital. Entre guitarras de Tim Henson y beats melancólicos, Seven Kayne parece más interesado en exorcizarse.

Hay artistas que lanzan discos, y otros que construyen relatos. Seven Kayne, que lleva varios años tanteando los límites del trap argentino, parece decidido a pertenecer al segundo grupo. Con Secretos Escondidos, su nuevo álbum de siete temas, el músico cierra una trilogía conceptual que comenzó con 7 Secretos y Secretos Perdidos. Una especie de bitácora emocional que transcurre entre la autoexploración, la nostalgia y la pulsión de ruptura.

El lanzamiento llega bajo su propio sello, VII, detalle que subraya su declarada independencia pero también su búsqueda de control total sobre la narrativa. Y en efecto, Secretos Escondidos funciona como un acto de clausura: un “despertar” (como él lo llama) que mezcla confesión y performance, con ese tono de vulnerabilidad curada que parece moneda corriente en la era post–Duki.

El álbum abre con energía y termina en un punto de desarme emocional, casi como una progresión inversa a la típica estructura de “banger–balada”. En el medio, hay colaboraciones con Tim Henson (Polyphia), Frozouda, Munic HB y Ara. El featuring con Henson, guitarrista conocido por su virtuosismo quirúrgico y su obsesión con el glitch, es quizá el momento más interesante del disco: un intento de injertar la técnica progresiva de Polyphia dentro del universo melódico del trap. La mezcla funciona por momentos, aunque también exhibe cierta tensión entre la espontaneidad urbana y la prolijidad matemática del invitado.

Las letras, en cambio, se mantienen dentro del registro introspectivo que ya es marca de Kayne: desencuentros, autocrítica y un permanente subtexto de desarraigo. La serie de visualizers inspirados en Matrix, por ejemplo, reinterpreta el cuarto de Neo como símbolo del encierro creativo: un espacio donde las canciones “podrían haberse perdido para siempre, atrapadas en el sistema”.

La producción, a cargo de un ejército de nombres (Ramiro VCA, Rafael Argañaraz, Tiano Favini, Bugz Ronin, entre otros), logra mantener coherencia a pesar de la multiplicidad de manos. El sonido oscila entre un trap minimalista, de percusiones cristalinas, y un rock alternativo con guitarras envolventes. Es en esos cruces donde Kayne parece más cómodo: cuando no busca complacer al algoritmo, sino construir atmósferas.

“Guap”, “Más roto” y “Blame Me” aportan la cuota reconocible para el oyente promedio, mientras que los temas inéditos abren un espectro más íntimo, especialmente “Si ya no estás”, con Ara, que cierra el álbum como un suspiro postapocalíptico. Hay algo deliberadamente cinematográfico en ese final: un fade out que deja la sensación de haber escuchado más un diario emocional que un simple disco.

En paralelo al lanzamiento, Seven Kayne continúa su expansión con una gira que incluye fechas en España, México y Sudamérica, un itinerario ambicioso para alguien que aún se mueve fuera del mainstream latino. Su Transmu7acion Tour y las próximas fechas de 2025 confirman una proyección internacional que parece tan planificada como orgánica.

Quizás lo más curioso de Secretos Escondidos no sea su sonido (que se mantiene fiel al registro “trap melancólico” que el artista viene cultivando) sino su insistencia en narrarse a sí mismo como un proceso.