En un año donde la escena latinoamericana parece avanzar a toda velocidad entre algoritmos y fórmulas, hay quienes deciden tomarse el tiempo para experimentar. NSQK (seudónimo de Rodrigo Torres) llega por primera vez a Buenos Aires con una propuesta que, lejos de seguir la línea recta del mainstream, se bifurca en múltiples direcciones. El artista mexicano se presentará el jueves 15 de agosto en Maquinal con ALTER EGO, un set pensado como recorrido por las distintas capas de su obra: desde sus inicios más crudos hasta su reciente y ambicioso disco ATP (2024). Las entradas a la venta en allaccess.com.ar
Lo de NSQK no es fácil de etiquetar, y sería un error intentarlo. Su música orbita géneros como el R&B, la electrónica, el pop alternativo y la música urbana, pero rara vez se detiene demasiado en uno. Suenan beats sintéticos que podrían ser de club, pero también aparecen guitarras punk rasposas, sintetizadores nostálgicos y una lírica confesional que se mete, sin pedir permiso, en la intimidad emocional. Hay en su obra una tensión constante entre lo bailable y lo introspectivo, entre lo producido y lo visceral.
Con apenas 26 años, Torres ya tiene dos discos de larga duración (ROY, 2022 y ATP, 2024), además de los EPs Braille y Botánica. Sin embargo, es ATP el que marca un antes y un después. Presentado como un falso programa radial, el disco se permite jugar con la forma tanto como con el contenido. Skits humorísticos conviven con pasajes densos, reflexivos. Colaboraciones como la de Álvaro Díaz en “MUBI” le dan un aire de frescura sin desviarse de su visión artística, mientras que canciones como “misa” abren una ventana hacia lo folclórico desde una perspectiva contemporánea.
Su llegada a Maquinal no responde al típico show de promoción. ALTER EGO funciona más como una especie de diario sonoro, donde NSQK desnuda las distintas versiones de sí mismo sin necesidad de una narrativa unificada. Es un set diseñado para fluir entre etapas y estilos, dejando que cada canción hable por su cuenta y también por la obra en su conjunto.
En tiempos donde la palabra “conceptual” se usa para maquillar lo inconexo, en ATP hay una intención real de diálogo entre piezas. Y esa intención se traslada al vivo. Verlo en un espacio íntimo como Maquinal (con su acústica contenida, su cercanía inevitable) permite dimensionar mejor las sutilezas de su propuesta. Aquí no hay fuegos artificiales ni grandilocuencias visuales: hay un músico enfrentando su obra en carne viva.
Más allá de la estética o el hype, el mayor mérito de NSQK es haberse convertido en una anomalía dentro del circuito latinoamericano: un artista que no busca adaptarse al mercado sino tensionarlo desde adentro. Su show del 15 de agosto no pretende ser un evento “histórico” ni un hito de taquilla, y quizás por eso valga la pena prestarle atención.