Natalia Lafourcade emerge una vez más como una voz distintiva y poderosa con su último trabajo visual para la canción “María la Curandera”. Este video, lanzado el 8 de marzo, es un homenaje poético y visceral a la lucha y la resiliencia femenina.
Lanzado en 2022, “De todas las flores” no tardó en ser reconocido como uno de los álbumes más emblemáticos de Lafourcade. La canción “María, la curandera” destaca dentro de este repertorio, no solo por su rica composición musical sino también por la profundidad de su letra, inspirada en la poesía de María Sabina, una figura icónica en la cultura mexicana.
“De todas las flores” ha sido objeto de reconocimiento en la escena musical, habiendo sido galardonado en eventos como los Grammys, Latin Grammys y los Premios Rolling Stone en Español. “María la Curandera”, como pieza central de este proyecto, encapsula la esencia del álbum con su rica narrativa y profunda emotividad.
Además, la artista no se detiene aquí. Anunció una serie de presentaciones especiales junto a Gustavo Dudamel y La Filarmónica de Los Ángeles en lugares tan emblemáticos como el Hollywood Bowl y el Carnegie Hall. Estos conciertos prometen ser una extensión de la magia que Lafourcade ha creado en su videoclip, llevando su arte y su mensaje a nuevos públicos y escenarios.
María, la curandera
La dirección del video, a cargo de Martin Bautista junto a Lafourcade, ofrece una interpretación visual cautivadora de la canción. La narrativa comienza con un grupo de mujeres enlazadas en una media luna, cubiertas en velos que simbolizan las sombras de la oscuridad y la opresión. A medida que la melodía avanza, estas mujeres se despojan de sus mantas, revelando sus rostros y emociones, en un acto de liberación y empoderamiento.
La coreografía creada por Lafourcade y Aisha Serrano, es una manifestación física de las letras inspiradas por María Sabina, la renombrada curandera y chamana mazateca cuya vida y obra se entrelazan con el tema de la canción. Este baile es un acto de expresión y a la vez un ritual simbólico donde cada movimiento representa la lucha, la liberación y la solidaridad femenina.
La culminación del video es profundamente simbólica, con la aparición de Lafourcade integrándose al círculo de mujeres, para luego quedarse sola, en un gesto que refleja la introspección y la continuidad de la lucha. Esta escena final, donde la cantante aparece sentada con los ojos cerrados, representa un momento de reflexión antes de reabrir los ojos al mundo, posiblemente transformado por la experiencia compartida.
La propia Natalia comparte que el propósito de este video es evocar una marcha por la libertad, el respeto, y la reivindicación de la voz y el cuerpo femenino. Es, en sus palabras, “una ofrenda en movimiento” que destila las emociones y pensamientos más profundos.