Monsieur Periné alerta con una canción del momento crítico del planeta y la biodiversidad

Monsieur Periné

La banda colombiana Monsieur Periné hace con su reciente sencillo, ‘Jardín del paraíso’, un llamado de atención sobre el “momento crítico” del planeta y una invitación a cuidar la biodiversidad, eje de la COP16 que se celebrará en octubre próximo en Cali.

Esta canción, inspirada en los ritmos y sonidos del Pacífico colombiano, con la colaboración del grupo Bejuco, resalta el valor de ecosistemas como los manglares de Tumaco, que Catalina García, cantante y uno de los pilares del grupo, junto con el músico y productor Santiago Prieto, define como “una zona tan rica en términos de biodiversidad en el país”.

“Jardín del paraíso es una canción muy especial porque está directamente relacionada con el inmenso cariño y con ese sentido de pertenencia que tengo con este territorio, con haber nacido en este lado del planeta, con pertenecer a esta región del Pacífico colombiano”, afirma Catalina, oriunda de Cali, sede de la COP.

Un himno ambiental

Este “himno ambiental”, que tiene como socio al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, sigla en inglés), ayuda a entender “cómo la música termina siendo ese tejido para cohesionar a la comunidad”, en este caso las piangüeras, mujeres que recogen la piangua, molusco que habita en los manglares y es muy apetecido en la gastronomía del Pacífico.

Sobre la colaboración de Bejuco, Catalina destaca que ese grupo hace “un trabajo muy bonito, muy enraizado en su cultura; tienen toda esta riqueza rítmica y traen estos cantos que hacen parte de la vida misma”.

Con este tema, la banda colombiana llama la atención sobre el riesgo que corren ecosistemas ricos y al mismo tiempo frágiles como los manglares.

Colombia es el país número 12 en manglares en el mundo, tenemos una amplia región de manglares y nos enfocamos en este ecosistema para darle visibilidad, mostrar el peligro que están enfrentando con el calentamiento global, con todas estas prácticas de devastación de la naturaleza que están dejando unas secuelas muy grandes y reducen el trabajo de las comunidades que viven del manglar

Una voz por la naturaleza

Por eso considera que ‘Jardín del paraíso’, canción en la que “canta un corazón perdido que llora y llora porque es testigo de la vida que se agota”, hace parte del momento que vive el país como sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16).

Queremos sumarnos, alzar la voz para proteger, para visibilizar los peligros que enfrenta la naturaleza en nuestro país si no nos conectamos a ella, si no regresamos a nuestra propia naturaleza y vivimos en este planeta de una manera más humilde

En ese sentido, Catalina destaca el hecho de que “por primera vez en 23 años” la deforestación se redujo en Colombia.

“También esto es resultado de un momento muy crítico en el planeta; estamos viviendo, no solamente en nuestro país, sino como región y en términos globales, un desequilibrio muy grande”, dice.

“Sancochos musicales”

Monsieur Periné, que se caracteriza por experimentar en sus canciones con el pop, el jazz y el bolero, entre otros géneros, incorpora en ‘Jardín del paraíso’ ritmos “como el currulao, que está por todo el Pacífico, explica Santiago Prieto.

“Quisimos expresar eso en la canción y a nosotros se nos da muy bien esto de explorar, de conversar con otros estilos, con otros géneros, y de prácticamente armar como pequeños ‘sancochos musicales’ con diferentes ritmos y estilos”, agrega.

La banda, que ha obtenido reconocimiento internacional por canciones como ‘Bailar contigo’ y ‘Volverte a ver’ y ganó un Grammy Latino en 2015 a mejor nuevo artista, reconoce que la industria musical es muy competitiva y “hay artistas que son más ermitaños y que se toman más tiempo en producir y en crear” y otros “que son más empresarios y sacan y sacan música sin cuidar tanto el asunto creativo o el mensaje”.

“Y hay otros que estamos ahí en el intermedio, dándole la importancia al proceso, a de verdad crear cosas que vengan conectadas con nuestra esencia y con intereses creativos que hay alrededor, pero también con ganas como de mantenernos allí”, agrega Catalina.