En una confluencia de culturas y fe, el músico argentino León Gieco presenta una versión única de su emblemática canción “Sólo le pido a Dios”. Esta interpretación, grabada en árabe y hebreo, se llevó a cabo en una mezquita del barrio de Colegiales, Buenos Aires, y contó con la colaboración de Gastón Saied y Nuri Nardelli, voces de las comunidades judía y sufí, respectivamente.
Gieco, conocido por su compromiso con causas sociales y humanitarias, explica que esta versión de “Sólo le pido a Dios” es un clamor por la paz en un mundo frecuentemente asolado por conflictos. Para ello fue especialmente escogido el escenario de la mezquita Halveti-Yerrahi, junto a la intervención del Alma Sufí Ensamble.
El Alma Sufí Ensamble, a través de sus proyectos como Muezzlin Sessions e Ilahi Sessions, busca difundir músicas sagradas del mundo islámico, con el objetivo de promover la paz y la tolerancia. Este enfoque los ha llevado a colaboraciones con artistas diversos, explorando melodías sagradas del mundo islámico y planeando llevar estas experiencias a otros países.
El grupo fue fundado en 2019 por Sami Sebastián, músico y compositor de origen sirio. Está compuesto por músicos de diferentes nacionalidades y religiones, que comparten un interés por la música sagrada y su poder transformador. Los instrumentos utilizados son tradicionales del mundo árabe, como el oud, el kanun, el nay, el darbuka y el tabla.
Sólo le pido a Dios: Su transformación en un himno Universal
“Solo le pido a Dios” fue compuesta por León Gieco en 1978, en un contexto de dictadura militar en su país. La canción fue inspirada por la situación política y social de Argentina, y por la preocupación de Gieco por la paz y la justicia.
La canción fue originalmente grabada por Gieco en su álbum “De Ushuaia a La Quiaca”, pero fue Mercedes Sosa quien la convirtió en un éxito internacional. Sosa grabó la canción en 1979, y su interpretación fue muy importante para difundirla en todo el mundo.
“Solo le pido a Dios” se convirtió rápidamente en un himno antibelicista y en un símbolo de la lucha por la paz y la justicia. La canción ha sido interpretada por artistas de todo el mundo, y ha sido utilizada en numerosas manifestaciones y protestas por la paz.
En el año 2000 Gieco fue invitado a participar en un concierto especial en la Plaza de San Pedro en Roma, para interpretar “Sólo le pido a Dios” frente al Papa Juan Pablo II en la celebración del Jubileo.
En 2022, la canción fue interpretada para el papa Francisco en un concierto por la paz en la ciudad de Roma.