Babasónicos, la banda más influyente de Latinoamérica llega por primera vez al Antel Arena el 20 de mayo, en el marco de su “Fuego Amigo Tour”, donde estará presentando su último y elogiado disco ‘Trinchera’.
Un show único y deslumbrante, desbordante de emociones en una travesía que une nuevas composiciones junto a sus canciones más celebradas.
🗓️ Fecha: 20 de mayo, 21hs
📍 Lugar: Antel Arena
🎫 Entradas: Tickantel
Sobre Babasónicos
Durante más de dos décadas, Babasónicos se ha encargado de desestabilizar al rock argentino desde el mismísimo corazón de la bestia. Pocas bandas han logrado que canciones tan incorrectas se conviertan en hits radiales y que estadios enteros, en toda América Latina, canten verdaderas barrabasadas como si se tratara de dulces e inofensivas cancioncitas pop.
Con determinación, talento e inteligencia, el grupo sostuvo una trayectoria ascendente, desde los sótanos en los que se gestó el Nuevo Rock Argentino de los ’90 hasta ámbitos que albergan a decenas de miles de personas. Y en el éxtasis del flash, se las compuso para tocar de manera inconfundible a cada uno de los que se cruzó con su influjo. Todo podría haber salido realmente mal. Por ejemplo, porque hasta poco tiempo antes de grabar su primer disco, la banda no tenía guitarrista fijo. Y porque firmar contratos no era lo mejor que sabían hacer esos “forajidos” que se juntaban a plantar una semilla de cambio del rock argentino en una habitación de Lanús, en el conurbano bonaerense.
El germen de la banda nació del reencuentro entre el cantante Adrián Dárgelos con el tecladista Diego Tuñón, quienes ya habían compartido proyectos durante los ’80. Dárgelos había viajado a Estados Unidos e Inglaterra, donde experimentó de primera mano el cambio de aire que se estaba generando en la escena rockera internacional. La determinación de gestar algo nuevo movilizó a la dupla, que enseguida recurrió al bajista Gabo Mannelli (ex Los Brujos y Juana La Loca) y al baterista Diego “Panza” Castellano. Andaba por allí Diego Uma, hermano menor del cantante, quien empezó tocando un set de percusión armado con baldes, a años luz del multiinstrumentista y productor que es hoy. Y cuando Mariano Roger se incorporó como guitarrista, la banda estuvo lista para grabar Pasto sin siquiera tener experiencia en shows.