La Usina del Arte vibró (literalmente) con más de mil personas que no fueron a aplaudir, sino a exigir. El pasado fin de semana, Buenos Aires dejó de ser sede de una regional para transformarse en un hervidero que, durante horas, mostró todo lo que está en juego en esta temporada de Red Bull Batalla. Si alguien dudaba de que esta edición puede marcar un punto de inflexión en la escena nacional, lo vivido en la regional porteña despeja cualquier incertidumbre: la vara está alta, el nivel técnico es feroz y la narrativa que se está escribiendo de cara al 26 de julio promete una Final Nacional que no va a dejar lugar para el piloto automático.
Uno de los gestos más interesantes de esta edición fue el anuncio de los últimos dos cupos para la Final Nacional. No habrá más regionales, pero sí dos plazas que se definirán desde la base: las competencias de Anticops (Córdoba, 5 de julio) y Copa Malbec (Mendoza, 13 de julio) otorgarán el último boleto a la cima.
Hasta el momento, estos son los clasificados a la final nacional 2025:
Podio 2024: Exe, Auge, Mono Strong.
Clasificados directos: Larrix, Tata, Nasir Catriel, Sophia, Confi.
Regionales de Santa Fe: Rusty, DAC, Cobe.
Regionales de Buenos Aires: CTZ, MKS, Intermitente46.
CTZ: La victoria que no necesita fuegos artificiales
No hay épica impostada en la consagración de CTZ. Ganó porque fue mejor, no porque el libreto dijera que era su momento. El MC de San Martín se impuso con autoridad en una jornada donde cada batalla podría haber sido una semifinal. Su camino no fue un paseo: derrotó a Rife, un debutante con hambre de mostrarse; luego a Saga HFK, uno de esos rivales incómodos que no dan un segundo de respiro; y en semifinales a Intermitente46, la gran revelación del día. En la final, frente a MKS, el cruce fue de alto voltaje, y aunque no hubo knock-out, sí hubo dominio. La diferencia se notó en la gestión del tempo, la claridad argumentativa y el control emocional: mientras MKS parecía encendido, CTZ parecía calibrado.
La declaración post victoria no buscó redención ni marketing: “Los sueños se cumplen”, dijo con la voz quebrada. Un gesto mínimo que deja ver otra capa del freestyler. En lo personal, viene de un año difícil (mencionó una enfermedad sin entrar en detalles), pero en lo artístico, atraviesa un momento de madurez que lo convierte en un serio candidato al título nacional. Tricampeón regional en Buenos Aires (2022, 2024 y ahora 2025), CTZ ya no necesita presentación: necesita rivales que estén a su altura.
MKS: Sin corona, pero con mensaje
La narrativa habitual se resiste a digerir que MKS no se consagre. Pero el camino de los grandes rara vez es lineal. El MC de Morón volvió a escena con el aplomo de quien conoce la presión y la transforma en ritmo. Se lo notó ágil, con flow reciclado y actualizado, combinando punchline y construcción conceptual. Pero esta vez no alcanzó. Frente a CTZ, su entrega fue sólida, pero no definitiva. Lo que deja su performance es algo que va más allá del resultado: un aviso. MKS sigue vigente, y cuando encuentra el equilibrio entre improvisación y ejecución, sigue siendo uno de los más peligrosos del circuito.
Intermitente46: Un nombre nuevo en un mapa que se está reescribiendo
Hay sorpresas que son simpáticas, y otras que son serias. Lo de Intermitente46 pertenece al segundo grupo. El MC llegó a la regional como un nombre que apenas circulaba en los márgenes del radar, y terminó no solo clasificando, sino sacando de carrera a Zaina, uno de los MCs con más tablas de la competencia. Con un estilo más frontal que ornamental, Intermitente46 capitalizó cada oportunidad, sin recurrir al espectáculo fácil. Su tercer puesto es más que merecido, y si logra ajustar detalles de estructura y delivery, puede ser el batacazo de julio.
