La Joaqui no canta: incendia. Anoche, en su primer Movistar Arena, la marplatense tomó el escenario como si fuera su propia trinchera y convirtió el estadio en una fiesta sin frenos, donde el turreo se mezcló con la euforia y la emoción a partes iguales. Un hito en su carrera y una confirmación de que el movimiento urbano argentino tiene una de sus figuras más auténticas en ella.
La energía se sintió desde el primer segundo. El rugido del público anticipaba que lo que estaba por venir era un ritual colectivo. De repente, las pantallas estallaron en luces y la silueta de La Joaqui apareció montada sobre una moto, surcando la pasarela con la misma actitud con la que domina la escena. “San Turrona” sonó como un estallido, y el Movistar Arena respondió con un estruendo de voces coreando cada línea.
Desde ahí, la noche fue una ráfaga de hits imparables. “Traidora”, “Turreo Session”, “Lassie” y “Pa la guacha loca” hicieron temblar el estadio, con una Joaqui que no escatimó en entrega. Se movió por el escenario con una confianza que hablaba de años de batalla en la industria, pero con la frescura de quien todavía se sorprende con lo que ha logrado.
Las sorpresas no tardaron en llegar. Cazzu irrumpió en el escenario para “Glock” y el público enloqueció. Callejero Fino subió para “Lati2”, desatando una ola de saltos entre la multitud. Ian Lucas llevó la intensidad al límite con “Tik Tok Remix” y Doble P completó el combo con “Terapia de choque”, cada uno aportando su propio flow y reforzando la idea de que lo que se vivía en el Movistar Arena era una celebración de la música urbana en su máxima expresión.
Todo transcurría entre perreo y furor, cuando entre una canción y otra, La Joaqui se detuvo al notar un cartel en el público. Un fan se arrodilló y, micrófono en mano, le propuso matrimonio a su novia. La cantante no dudó en hacer una pausa, cederles el escenario y transformar el momento en algo más que una anécdota.
El despliegue técnico no fue menor. Un juego de luces que transformaba el estadio en un club nocturno, visuales explosivas y una pasarela de 17 metros que La Joaqui recorrió de punta a punta. El set también tuvo un bloque electrónico donde los beats reventaron aún más los parlantes y sumaron un nivel de adrenalina extra.
Cerró la noche con “Tu patrona”, “Bandidas retiradas”, “Muñecas” y “Dos besitos”. Cuatro himnos que hicieron que el público gritara como si la fiesta nunca fuera a terminar. La Joaqui se retiró entre aplausos, visiblemente emocionada, consciente de que había conquistado un nuevo territorio.