Nicki Nicole ha vuelto a capturar la atención con su último lanzamiento, “Sheite”. Este tema, segundo adelanto de su próximo álbum “Naiki”, marca un regreso a sus inicios en el trap y rap.
El título del disco no es casualidad. Según la propia Nicki, “Naiki” es el apodo que usan quienes la conocen en profundidad, una suerte de alter ego que representa a la artista en su forma más auténtica. “Naiki es la persona que soy en mi día a día, sin miedos, sin ataduras”, declaró en una entrevista reciente. Este concepto impregna todo el álbum, que promete ser un homenaje a los géneros que la vieron despegar: el trap y el rap.
Sheite llega después del éxito inicial de “Forty”, el primer sencillo del proyecto, que ya acumula más de 2 millones de reproducciones en Spotify. El videoclip de “Sheite”, filmado en Buenos Aires, retoma la icónica imagen de Nicki montando una bicicleta por las calles, un recurso visual que remite directamente a su debut con “Wapo Traketero”. Esta conexión entre el pasado y el presente no es casual: “Naiki” se perfila como un puente entre la Nicki de sus inicios y la artista madura y consolidada que es hoy.
Además, Nicki complementó el anuncio del álbum con un cortometraje publicado en sus redes sociales. En él, la Nicki de 2019 se encuentra con su versión de 2024, recordándole las razones por las cuales empezó su carrera. Este encuentro ficticio, refuerza el mensaje del disco: volver a las raíces para avanzar con más fuerza.
Hasta ahora no he sentido que Naiki estuviera presente, pero ahora lo está más que nunca. Me siento preparada para soltar este disco, que habla de muchas cosas personales, pero en géneros de trap y rap, los cuales me representan un montón
La fuerza de “Sheite” radica precisamente en esta vulnerabilidad. La canción se mueve entre la melancolía y la determinación, capturando el duelo por un amor perdido sin caer en la derrota. Es una canción que conecta tanto con quienes atraviesan momentos difíciles como con quienes encuentran fortaleza en el proceso de sanar.