La cantante canaria Zuleima González, conocida en el mundo artístico como ‘Ptazeta’, asegura que intenta, sobre todo, que sus conciertos sean “una fiesta”. Considera lo más importante de su carrera “sentir el cariño de la gente”, su auténtico soporte para ser un referente en su estilo.
Lo ha explicado en una entrevista a punto de subirse al escenario del Selvatic Fest en Málaga. A sus 25 años, habla con una gran madurez de su carrera. La comenzó hace solo cuatro años. Y refiere el “lógico vértigo” que produce ver cómo tiene millones de reproducciones de sus temas en plataformas digitales.
“Todo es un sube y baja y nada hay cierto. De repente eres el numero uno y mañana puedes ser el 40”. Es lo que explica esta artista canaria. Ella se define como alguien “muy motivada y acostumbrada” a un día a día intenso, en el que sabe “lo que hay que hacer en cada jornada desde temprano”.
Mentalizada con su futuro
Ptazeta sabe que su futuro en la música no tiene límites. De hecho, el festival malagueño aguantó hasta última hora comunicar la sorpresa que suponía contratarla para estar en esa cita. La expectación es máxima entre sus seguidores.
Pero, a pesar de ello, subraya que “si la música deja de funcionar”, trabajará “en otra cosa”. Será ligada a su profesión, aunque sea en segundo plano. De hecho, Zuleima lleva las partituras en las venas. Desde muy pequeña toca la trompeta, que aprendió “de oído”, y luego estudió solfeo.
“Al final aprendí cómo combinar mis ganas de hacer música y la comencé a escribir en un papel”, pero al mismo tiempo iba perfeccionado su forma de sacar adelante el freestyle. Lo hizo con una enorme habilidad para rapear de forma improvisada con o sin micrófono sobre una base musical de fondo o en vacío.
Eso sí, confiesa que no le gustó la experiencia de las “batallas de gallos”, esas “peleas” micro en mano para improvisar en escenarios más o menos grandes. Dice que sentía “demasiado miedo escénico” cuando tenía que improvisar con toda la gente mirándola y esperando que sacara adelante su genio.
Su camino tuvo un antes y un después en 2020, cuando publicó su sencillo ‘Mami’, junto a Juacko. Es el productor con el que ha sacado adelante sus mejores temas. El vídeo musical, publicado cinco días antes del confinamiento por la pandemia, cuenta con más de 31 millones de reproducciones en YouTube.
Un año después se alió con el productor argentino Bizarrap y crearon ‘Ptazeta: Bzrp Music Sessions, Vol. 45’, certificado como disco de platino. Su agenda no para de anotar éxitos, en un mercado discográfico “que ha cambiado mucho, donde la gente, las producciones, son cada vez más rápidas, porque una canción ya se considera vieja después de un mes o dos, cuando antes aguantaba mucho más tiempo”.
“Canto para pasármelo bien”
La artista canaria habla con pasión del “cariño de la gente”, esos conciertos que quiere que sean una fiesta, de la unión de Canarias con la España peninsular, que siente “muy cerca”, pero recuerda que en el instituto, por ejemplo, “no nos muestran tanto la península como las islas”. Sobre todo, de sus conciertos, donde va “a pasarlo bien, a que sea una fiesta, porque eso es de verdad lo que gusta”, y aboga por “pasar un rato ameno en un espacio seguro”.
Los conciertos son más importantes que los discos, porque puedes sacar muchas canciones por las plataformas, pero si no vendes entradas para cantar en directo no es lo mismo
Del mismo modo, pide que se tenga en cuenta el reto que para cualquier artista supone crear arte, que no se tengan prejuicios con el reguetón, sino “escuchar todos los géneros, porque hasta ahí hay grandes músicos, que saben solfeo, tocan el piano o la guitarra, pero su forma de expresarse es mediante un género que a veces lo juzga gente que solo quiere eso, juzgarlo”.