Cuestiones de agenda y la decisión de su manager han querido que Uruguay sea partícipe de un hecho histórico en la carrera musical de José Luis Perales.
La noche del 24 de abril, el Antel Arena verá por última vez subirse a un escenario al compositor más versionado de la música en español.
La cita es a las 21 horas, y las entradas se encuentran a la venta a través de Tickantel.
El acceso a niños hasta de 2 años es gratuito y los menores de 15 años deberán ingresar acompañados de un mayor responsable. Será la última y única oportunidad para disfrutar de su voz y su presencia en vivo.
Baladas para una bienvenida
En noviembre de 2019, José Luis Perales anunciaba su gira de despedida junto con el lanzamiento de ’Mirándote a los ojos’, su recopilatorio musical. Un compendio de 3 CDs con 35 canciones regrabadas bajo la producción de Pablo Perales; y un DVD documental titulado ‘Algo nuevo que contarte’.
De los tres CDs; ‘Recuerdos’, reúne quince de sus mayores éxitos; ‘Retratos’, incluye diez temas escritos para otros artistas; y ‘Melodías perdidas’, suma diez canciones especialmente significativas para su autor.
La gira, por entonces denominada “Baladas para una despedida”, debió ser suspendida debido a la emergencia sanitaria a nivel mundial que paralizó la cultura y las actividades en general.
Una vez que el mundo se puso en marcha nuevamente, las fechas se reprogramaron y la gira se renombró a “Baladas para una bienvenida”, en referencia al nuevo tema con el que abre los conciertos.
El cantautor no quiere despedirse con una “despedida”, ni que su adiós esté cargado de lágrimas. Por el contrario, le da la bienvenida a la esperanza y la alegría, al tiempo compartido y a la mirada sincera. A los despertares cargados de paz y las historias que se manifiestan a través de sus letras.
Las luces del escenario se apagan pero lo devuelven al comienzo de su carrera, para hacer lo que más ama: componer canciones. Dejará de cantar, pero jamás dejará de escribir.
Baladas para una bienvenida repasará los temas más significativos de su trayectoria como intérprete y como autor de canciones para otros artistas. El público podrá disfrutar de aquellas canciones que llevan escuchando durante décadas y que han marcado a más de una generación.
Acompañado de sus 7 músicos brindará un show diseñado especialmente para la ocasión.
La última vez que Perales estuvo en Uruguay, fue en febrero de 2020, cuando se presentó en Punta del Este. Esta será la última oportunidad para disfrutar de su presencia y sus canciones sobre un escenario.
El autor que no quería cantar
La historia de Perales siempre estuvo ligada a la música. ‘Niebla’, una canción escrita a los 16 años cuando aún era un estudiante, fue el comienzo de su larga y exitosa trayectoria como autor.
A finales de los ’70, unos amigos suyos enviaron a una compañía discográfica una maqueta con 4 canciones de su autoría. Al ver su talento como compositor de canciones, el director le propuso escribir para los artistas de su compañía.
El nombre de Perales comenzó a sonar cada vez más en las radios, como autor de éxitos de grandes artistas.
Lola Flores, Rocío Jurado, Mocedades, Isabel Pantoja, Daniela Romo, Yuri, Alejandro Fernández, Rafael, Paloma San Basilio… la lista es muy larga. Perales comenzaba a consolidarse como uno de los autores más importantes de habla hispana.
Rafael Trabuchelli, un productor musical para el que trabajaba en ese entonces, fue el que lo convenció para que firmara contrato como intérprete, y se metiera en un estudio de grabación a ponerle voz a sus propias creaciones.
Pero para el autor, que siempre fue muy tímido y amante de la soledad, el solo hecho de pensar en subirse a un escenario le causaba (y aún le causa, según confiesa) mucho estrés. El pánico escénico que con el tiempo fue manejando, nunca se fue del todo.
Siempre quiso estar ligado a la música y escribir canciones. Soñó con que sus temas sonaran por todas las radios y fuesen escuchados por todo el mundo… pero en la voz de otros cantantes.
Desde sus comienzos supo que lo suyo no era cantar. Pero con sus primeras actuaciones, el público lo fue empujando. El recibimiento y cariño fue inmediato.
Poco a poco sus discos se iban transformando en éxitos. Fue entonces cuando comprendió que ya no había vuelta atrás. No estaba viviendo sus 15 minutos de fama. Eso era real y duradero. Esa era su nueva vida: shows masivos, giras, escenarios alrededor del mundo.
Aún hoy confiesa que sigue sufriendo esa tensión cuando las luces se encienden y el público se funde en gritos y aplausos.
Esta decisión de retirarse definitivamente de los escenarios viene desde hace mucho tiempo, desde el comienzo de su carrera, se podría decir. No obstante, el adiós a los conciertos no significa el adiós a la música, todo lo contrario. El autor emerge con más fuerza que nunca.
Esta despedida es una bienvenida a sus orígenes. Escribir, pasar tiempo en soledad, acompañado de su mujer y sus perros, rodeado de paz. Es la vuelta donde todo comenzó. Contar historias a través de sus canciones. Sus creaciones seguirán sonando, de ahora en más, en otras voces.