Siete Veces Si: el nuevo disco de Vanesa Martín

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Siete veces sí es un disco hecho en Málaga, masterizado en New York y mezclado en Madrid.

Desde su portada, nos invita al descubrimiento. Podemos apreciar el halo de misterio que puede tener una persona, la Vanesa soñadora, la terrenal, el complemento, la contradicción. Una Vanesa que se permitió en el disco anterior reconocer todas las mujeres que habitan en ella, vuelve con un nuevo material donde la intensidad de los sentimientos está a flor de piel.

Un disco que viene con ganas de agarrarse fuerte a las emociones de cada uno. Directo, canalla, íntimo y muy vivo.

Las baladas son contundentes, con temas que invitan a la reflexión, que te impulsan a vivir. 

En 7 veces si, las historias se cuentan desde las entrañas. Hay contrastes, hay deseos de libertad, de vivir la vida como si fuera el último minuto.

Este séptimo disco de Vanesa Martín fue lanzado el pasado 23 de octubre. Un disco que pedía a gritos ver la luz, sin importar que no pudiese presentarse en vivo.

El siete, como diría Vanesa, es un número mágico. Siete son las musas, los días de la semana, las notas musicales, las maravillas del mundo y las columnas sobre las que se edificó Roma. Dicen que el siete es un puente entre el cielo y la tierra. Para Hipócrates era el dispensador de la vida y fuente de todos los cambios. Y así podríamos seguir nombrando referencias infinitamente, porque el siete está en todo lo que nos rodea, y más allá también.

Originalmente tomada la idea del tema de Joaquín Sabina, Siete crisantemos; Vanesa hace de este, su disco más maduro. Hay un cambio, hay una necesidad de canalizar emociones, de amar libre y sin prejuicios, necesidad de vida.  

La Séptima Huella

Despedida y cierre es el primer track del disco. Un tema que comienza a pleno con la voz de Vanesa directa, contundente. No hay preámbulos cuando de finales se trata. Porque para sanar es necesario soltar todo aquello que hace daño, mirarlo de frente y cerrar ciclos. Soltar para dar paso a lo nuevo, a lo que hace bien. Un tema que nos habla de las relaciones tóxicas, de la violencia de la imposición, propia y ajena, de la incomprensión y la culpabilidad.

La percusión del estribillo impacta desgarradora, acentúa necesidad de escapar, de marcharse lejos de lo que daña, acentúa la necesidad de libertad.

“Yo se que es me nota la madera rota, esto sana lento”. Queda resonando.

Le sigue llueven las luces, con una similar mezcla instrumental, donde el piano al comienzo abre los sentidos a un tema luminoso, con mucha fuerza.

Llueven las luces es querer abrir los brazos y dejar que la vida te empape. Es la necesidad de valorar lo que realmente importa, de salir corriendo a la búsqueda de aquello que queremos. Es el idilio de un corazón inquieto, y la ilusión de ver los sueños materializados.

Salto Mortal es un tema inspirado en Cisco García y su pareja Raquel (quienes suelen colgar videos en youtube cantando en el coche). Cuando Vanesa los vio cantando sus temas, decidió invitarlos a un concierto en Córdoba y fue allí que conoció la historia inspiradora que hay detrás.

Un tema que surgió la noche previa al programa “Escala Sur” que presenta Roberto Leal, ante la emoción del encuentro de ambos en el plató. Un tema que nació desde lo más profundo del corazón y Vanesa regaló a Cisco ese día. “Una historia de una persona valiente que decide volver a empezar con la misma luz y con las mismas ganas, y que se come el mundo”.

Si algo caracteriza a Vanesa Martín es la sensibilidad de sus letras que nacen desde dentro, que los oyentes apropian y resignifican. Que no te de miedo volver a empezar, por más golpes que la vida te de, porque esos golpes son aprendizajes, huellas del alma. Esto también es Salto Mortal, un tema instrumentalmente moderno, donde la voz de Vanesa te cuenta una historia, te invita a la reflexión a la vez que te da el impulso necesario para realizar un viaje introspectivo hacia lo que realmente importa.

El cuarto tema se titula Y vuelo: una constante a lo largo de la carrera musical de Vanesa. La necesidad de libertad.

Un tema escrito en el verano de 2019, en una gira anterior, que en los tiempos actuales ha adquirido otro significado. Y vuelo es la bandera para estos tiempos de restricciones de movilidad y distanciamiento social.

El estribillo es una explosión, la universalidad de querer abarcar y luchar por lo que realmente nos hace feliz, una fuerza que se apoya en la instrumentación. Cada acorde está perfectamente ensamblado para que literalmente cojas aire y vueles. Es el impulso necesario para despegar.

Me voy es un parate. Es el momento para decir basta y reforzar la idea de despedida y cierre. A mitad del disco, el tema es un recordatorio de ese deseo de querer salir de una situación en la que no se está cómodo, una vida que no es la que se proyecta. Nuevamente el deseo de libertad está presente, así como a lo largo de todo el disco.

Y cuando somos capaces de liberarnos de las ataduras, llega el momento. Un tema alegre, sensual, para sonreír y bailar. Llega el momento es un tema para enamorarse, o para reafirmar el amor. “La fantasía de un amor devuelto” ¿no es acaso a lo que todos aspiramos? La reciprocidad de un amor que arrase y nos desordene la vida.

El amor y la vida misma

Le siguen cuatro temas que hablan de amor, con los que cualquiera podría identificarse en alguna etapa de su relación (o no relación).

Eterno es una lágrima deslizándose por la mejilla, el velo que cae y la afirmación de vivir el amor como si nunca fuera a acabar, sin importar cuanto dure.

Y Tu no tienes que cuidarme es uno de los temas más profundos en cuanto a la lírica, con unas metáforas desbordantes; y donde la música es el contrapunto perfecto para calibrar la sintonía de emociones.

Todo cambia es la fantasía ante un reencuentro y luego la paz de encontrarse en los ojos que devuelven la mirada cómplice. La mirada que todo cambia y donde todo permanece a la vez.

La huella es de esos temas que haces propios desde el primer momento en que lo escuchas. Es un tema muy visceral, como todo el disco, donde Vanesa se permite contar algunas confidencias porque como reza la canción le “ahoga ver entre cartones” lo que siente.

Seis puertas es el anteúltimo tema. Como la cantautora ha dicho en más de una ocasión, es una canción que nació de un sueño. Y fue la oportunidad perfecta para poner notas sobre la letra que se repetía una y otra vez. Seis puertas es una canción añeja, propia del mundo onírico. Son todas las mujeres que habitan en Vanesa (permítaseme la referencia).

Seis puertas que evocan un montón de sensaciones, abandonar una vida anterior o retomarla, ser otra, contradictoria, adentrarse en lo desconocido, directo al porvenir, o entrar en una especie de circo, donde la vida es un escenario extravagante y desordenado.

Es la vida sacudiéndote, la valentía de salir de la zona de confort.

Para finalizar, la escalada recuerda un poco a llega el momento. ¿Qué mejor que finalizar alegre, sonriendo y bailando? Con cine, palomitas y los cuerpos firmemente aferrados. Al final de todo, el amor también es cuestión de piel (perdón nuevamente la referencia, me es inevitable).

Siete veces si es un disco en donde Vanesa hace una vez más de la música su aliada, cómplice, compañera y canalizadora. Es un recorrido emocional, un deseo de libertad y despojo de prejuicios, es cerrar viejos ciclos y aventurarse a lo nuevo. Es un disco para zambullirse de lleno y despojarse de todo. Son elecciones.

Es decirle siete veces si al amor libre y sin prejuicios, a las emociones en su estado puro, a vivir la vida intensamente con todos sus matices. Siete veces si a las elecciones consientes y a dejarse empapar por los impulsos que nacen desde dentro.

Siete veces si a este disco lleno de vida, de miradas cómplices, de vuelos inesperados y de emociones a flor de piel.