Vicentico y su disco “Pozo Brillante” un ida y vuelta de emociones

Vicentico Pozo brillante

Vicentico es de esos artistas que tienen la receta para generar buenas canciones y sobre todo populares. Maneja el mainstream como pocos, sin embargo nunca pierde su esencia. Vicentico es un compositor excelente, un creador de canciones y letras sociales. Un comprometido con la justicia social. Un artista que sabe lo que sus seguidores quieren oír.
Luego de varios años desde su último trabajo como solista, nos entrega un disco excelente.

El primer adelanto de ‘Pozo Brillante’ fue ‘Freak’, una canción con aire a discoteca, es una canción de fiesta, pero que habla un poco de esa sensación  de sentirse “sapo de otro pozo”. De ser el “raro” en un mundo de normales. De alguna forma con esa canción se marca el sentido del disco; que si bien no es un trabajo introspectivo, en algunas zonas se acerca al sentir más profundo del artista, a la esencia misma de Gabriel Fernández Capello alias Vicentico.

En segundo lugar del disco aparece ‘No tengo’ en sus primeros acordes parece algún tema de Pink Floyd, una suave melodía que parece una brisa en un campo de espigas en una tarde soleada: “No tengo casa, no tengo fe/ No tengo plata, no tengo rey/ No tengo coche, no tengo dios/ No tengo ropa, no tengo amor…”  nada más que agregar. Se estruja el alma.

Una bella melodía de sitar presenta al tercer tema ‘¿Quién sabe?’. Es excelente, el músico crea un ambiente digital, electrónico, para que la composición fluya suavemente sin dejar de ser entretenida. Es realmente una muy buena creación. Se puede adivinar en el tercer tema que el sonido general del disco tiene distintos estilos, sin dejar de ser nunca Vicentico. Así como en ‘¿Quién sabe?’ el sonido es electrónico, en otros temas la banda está repleta de instrumentos al mejor estilo big band.

Dejamos para último comentario de este disco una brillante interpretación de la canción ‘Ain’t Got No, I Got Life’ de la increíble Nina Simone, una letra con una retórica contundente, una composición bañada en una poética letanía. Pues el cantante argentino realiza una versión en español. El tono melancólico que usa para cantarla vuelve a la canción uno con quien la escucha. No tiene nada, no posee nada, ni siquiera tiene a Dios, pero tiene su Libertad. Y ahí nace su riqueza. Una muy buena interpretación.

El sonido general del disco es de una gran calidad técnica. Cuidado, pulido, cada nota, cada acorde, se escuchan limpios y brillantes. Esta excelente calidad musical no solo se debe a la atención de Vicentico, sino que tiene el invaluable aporte del afamado productor Héctor Castillo. Analizando el disco notamos que nada esta fuera de lugar, cada instrumento hace únicamente lo que la canción y la letra le pide. No se oyen notas o acordes estirados para colorear la canción, nada de eso. Todo está dispuesto en el lugar que se necesita para trascender.

En definitiva estamos ante la presencia de un gran trabajo de Vicentico. Un nuevo paso hacia adelante en su ya estupenda carrera solista. Un disco con un sonido que lleva al oyente por diferentes estados de ánimo. Una montaña rusa de emociones.

Gabriel Fernández Capello a veces es Vicentico

Gabriel nació en la ciudad de Buenos Aires en 1964. Es nieto por parte de su padre del poeta Alfredo Bufano; pero por cuestiones personales decidió usar el apellido compuesto de su madre.

De pequeño ya mostraba talento para la música, estimulado por una familia vinculada al mundo artístico. Formó bandas con amigos hasta que en 1985 forma junto a Flavio Cianciarullo la banda Cadillac, que más adelante pasaría a llamarse Los Fabulosos Cadillacs.

En enero de 1985 realizaron lo que sería su primer concierto, con el nombre Cadillac aun, en la ciudad de Mar del Plata. Rápidamente se empezó a correr la voz, y se transformaron en una gran banda del circuito under.  Esto provocó un crecimiento exponencial, que creció a límites insospechados luego de sus primeros discos.

Los Fabulosos Cadillacs se convirtieron en el exponente de ska más importante de América Latina. La explosión absoluta quizá se dio cuando grabaron ‘Vasos Vacíos’ junto a la reina de la salsa cubana Celia Cruz. Un tema que recorrió el mundo y fue versionado en varios idiomas alrededor del planeta.

La banda se encontraba en un buen momento pero algunos de sus integrantes tenían proyectos paralelos y de a poco cada uno de ellos fue priorizando sus proyectos personales. Los Fabulosos Cadillacs se separaron, aunque nunca lo hicieron de forma oficial.

Así nace la carrera solista de Vicentico. En 2002 sale su primer trabajo discográfico llamado ‘Vicentico’. De ahí en más su carrera solista ha crecido cualitativamente, demostrando ser un excelente compositor e interprete.