Margaritas Podridas nace luego de la disolución de Rotten Daisies, que fue una banda con un sonido muy grunge y con lírica comprometida inspirada sobre todo en el flagelo de los feminicidios.
El primer disco de Margaritas Podridas sale en 2018 bajo el nombre de ‘Porcelain Mannequin’. Este muy buen trabajo causó una grata impresión por parte de la prensa especializada, lo cual generó el reconocimiento del público que rápidamente comenzó a seguir los pasos del grupo. El crecimiento exponencial los llevo a participar de varios festivales de rock, dentro y fuera de su ciudad natal Hermosillo.
El nuevo trabajo discográfico de la banda vuelve a denotar una experimentación melódica, una búsqueda bien alcanzada de sonidos estridentes y orgánicos, como salidos de las propias vísceras de los integrantes.
Margaritas Podridas nos invita a un mundo distópico, de fantasía y magia. Sin abandonar la dureza y tal vez hasta crueldad de su sonido que a veces suena desgarrador.
La influencia grunge se nota, se respira en cada nota. En la voz de Carolina Enríquez, que canta como embrujada de psicodelia, mientras con sus dedos golpea las cuerdas de acero de su bajo.
Sonidos noventosos
Es innegable la influencia de la música alternativa de los 90 en Margaritas Podridas. Desde Stone Temple Pilots a Soundgarden, Desde Nirvana a Mudhoney.
El primer adelanto del disco llego a fines de 2020, y el sencillo elegido,‘Wow’. Este tema fue compuesto por Rafael Armenta, el baterista y escrito por Carolina, cantante y bajista. El videoclip de la canción se presenta con un pequeño ramo de margaritas mustias y un bajo bien grunge. La voz de Carolina queda casi oculta detrás de la melodía sencilla y dura. La melodía se presenta suave y sinuosa, sin grandes pretenciones y crea una atmosfera de melancolía.
Sigue con ‘Pétalos Mordidos’. Como siempre el bajo toma el protagonismo de la canción. El sonido por momentos se asemeja al punk Rioplatense de los años 80. Pero rápidamente la guitarra se llena de distorsión y psicodelia, mientras Carolina Enriquez canta con sororidad y nos invita a reflexionar sobre la violencia de género. Una letra realmente comprometida.
‘Púrpura’ es otro de los hermosos momentos que la banda nos regala. Llena de calidad sonora, una canción muy bien hecha y llevada a cabo.
¿Seremos capaces de despojarnos de los padecimientos terrenales?. La banda nos lleva a un mundo onírico de percepciones extrasensoriales.
Sin dudas la música acompaña de forma estupenda a la letra. Guitarras que estallan como vidrios rotos. Simbiosis artística. El videoclip de ‘Púrpura’ fue compuesto por Karl de Señor Kino otra banda del mejor estilo grunge.
El último destaque del disco lo reservamos para ‘Parabrisas’, otra vez una guitarra distorsionada amenaza con arrancar con un power grunge, sin embargo la tonalidad y la melodía de esta canción se vuelven totalmente hermosa en su sencillez.
Un tema con un paisaje ondulado, como un encantamiento, como un hechizo musical. Cierra los ojos y la voz mágica de la cantante de Hermosillo cala en lo más profundo de uno mismo. Una canción para largarse a llorar de belleza pura.
El disco es una maravilla sonora. Margaritas abandono su antiguo nombre y se puso nombre en español. Y también cantan en su idioma natal. Lo que los acerca infinitamente a sus fans. Esa cercanía produce calidez e identificación con la banda. No cabe dudas que con el tiempo este disco no pasara desapercibido.
Sobre los estilos musicales
El grunge nace en Seattle y es una de las formas del rock alternativo. Se emparenta con otros géneros musicales como el punk, el heavy metal o el hardcore. Se origina a finales de los ’80 y toma un color propio entre las bandas que irían surgiendo dándole una tonalidad dura, filosa, melancólica y rabiosa.
Krautrock es una corriente musical nacida a fines de los ’60 en la Alemania Federal, es una forma de rock experimental. Este género esta influido por el avant garde, el rock psicodélico y el rock progresivo.
Rock psicodélico es un movimiento que surge de las experiencias lisérgicas y que intenta maximizar los estados de viajes con ácido lisérgico. La idea era que la música potenciara de manera sensorial a los efectos de este tipo de droga.
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